Anna Sabaté

La forma en que ha guiado la clase y los ejercicios ... todo ha fluido de manera natural en mí. Y a la vez ha sabido "apretar" cuando la situación lo requería ... Su inmensa capacidad de escucha, ha provocado que haya tenido ganas de salir de mi zona de confort. Mi cuerpo lo ha hecho solo. No tengo la sensación de haber trabajado. Sino la de haber fluido.

Siempre he sido un gran fan de Anna Sabaté actriz. Finalmente pude disfrutar de una Anna profesora que era un auténtico deleite. Su sensibilidad y empatía le permite mirar a través de ti, y acompañarte en tu descubrimiento personal y actoral hasta profundidades insospechadas de tu Ser.

Anna es de ese tipo de profesionales que nunca se rinden, que escuchan desde el corazón a sus alumnos, sabiendo a cada momento qué decirles para que ellos mismos vivan la experiencia y la comprendan en su cuerpo. Tiene el don de la comunicación y ha aprendido con los mejores. Te acompañará en todo el proceso y no te abandonará. Ha sido y es una gran inspiradora en todo mi trabajo y en mis proyectos futuros. Recomiendo encarecidamente probar la experiencia con esta hermosa y adorable mujer de hierro.

Ha sido una auténtica guía semanal de mi actual proceso de transformación y de cambio. Su habilidad para detectar miedos, potencialidades, creencias y talentos ha sido auténtico oro para mi. Tras la implacable y sólida profesora he descubierto que existía calidad humana y determinación real y me siento enormemente agradecido por su honestidad y por ser tan respetuosa con el trabajo y proceso individual.

Anna Sabaté es la persona responsable de que volviese a enamorarme del oficio de actor y al mismo tiempo de respetarlo como éste se merece. No son ni su rigor ni su exigencia lo que saca lo mejor de sus alumnos. Es la sabiduría para apretar las teclas adecuadas, el valor y la generosidad para acompañarte en cada paso de un proceso emocionante, hermoso y enriquecedor.

Anna esconde, detrás de su cara más conocida como excelente actriz, una faceta increíblemente sorprendente: la de catalizadora de cambios y crecimiento de las personas de un equipo directivo. Anna tiene un instinto para conocer a las personas por dentro, y sacar de ellas sus miedos, complejos, virtudes y potencial de una forma que no había visto nunca antes. Su capacidad para unir y hacer crecer (como profesionales y, sobretodo, como personas) a un equipo directivo es asombrosa. Pero hasta que no lo pruebas, no puedes hacerte la idea. Así que mi recomendación es simple: trabaja con ella, no te arrepentirás.